Jorge Villamil en la pandemia

Durante los duros días de confinamiento en los que teníamos horas y días específicos para salir, las calles de los barrios comenzaron a poblarse de músicos de muchas condiciones y géneros. Un género que primó fue el de la música tradicional, andina y colombiana.

Muchos dúos, tríos y agrupaciones a la guitarra y al tiple, acompañaban las tardes de los habitantes de los barrios con canciones de los compositores colombianos. Es como si el confinamiento hubiera despertado un sentimiento de ancestralidad, tanto en los intérpretes como en quienes desde las ventanas apreciaban estas melodías que despertaban el pasado.

Quizás el estar en nuestras casas, encerrados con nuestras familias durante varios días y semanas despertó cierto arraigo nacional, sacó a la luz las tradiciones nacionales. La sociedad ralentizada regresaba por momentos a sus raíces.

Las canciones del compositor de música andina, Jorge Villamil Cordovez estaban entre las más interpretadas. Esta música que resonaba entre las calles, las esquinas de los edificios y entre las personas mayores o los abuelos de las familias, se convertía en una herramienta para la transmisión de la cultura nacional.

Podemos imaginar en sus encierros cotidianos cantando o tarareando las melodías y contándoles a sus hijos o nietos, sobre que esa era la música que se escuchaba en las emisoras en los años 60 o 70, antes del rock, antes del  reggaeton. Que con esa música se enamoraba a las muchachas en los balcones de las casas con serenatas a la madrugada que despertaban a toda la cuadra.

Hoy ya no estamos en esas épocas, tampoco estamos en confinamiento, pero la sociedad no recobra el dinamismo y la velocidad que traía. Los músicos que aparecían en las calles son ahora menos frecuentes, quizás ya regresaron a sus actividades cotidianas.

Testimonio de esos momento de angustias e incertidumbre son estos músicos del trío Embrujo bajo la conducción de Gabriel Verjan que calmaban las angustias, y que encontramos en más de una oportunidad en las calles de los barrios del norte de Bogotá interpretando canciones como Espumas, Acíbar en los labios, llamarada o Los Aserríos del Compositor de las Américas Jorge Villamil Cordovez.