El Concurso Nacional de Composición Musical desarrollado en la ciudad de Neiva, de manera virtual, tuvo como ganadora en la modalidad vocal a Lizeth Vega, una joven cantante de los llanos orientales colombianos, que gracias a su talento y dedicación ha logrado hacerse con varios premios en los últimos años.
Colombia es Tierra de Canto y Poesía es el nombre de la composición con la que Lizeth participó acompañada del maestro Diego Sánchez al piano, David Ocampo en el tiple, Lizeth Suárez en el contrabajo. En otras oportunidades Iván Vacca los ha acompañado con el bajo eléctrico.
Lizeth comenzó a interesarse por la música dado el inspirador ambiente en el que creció. Su padre, Alirio Vega es compositor y cantante empírico de música llanera, su madre, Nereyda Mejía, también intérprete de música, sus abuelos maternos eran integrantes de un trío de guitarra al que también había pertenecido su madre, durante la juventud.
Qué más podría quererse sino que Lizeth encontrara también en los aires y paisajes del llano, el sentido de la vida a través de la música.
Así fue que tomó algunos talleres en la casa de la cultura de Cumaral, luego siguió con su padre trabajando arduamente y aprendiendo a componer. Sin embargo la parte de la composición quedaría suspendida, pues a los diez años, Lizet prefirió dedicarse a la interpretación vocal. Animada por la participación en los concursos infantiles llaneros: Semillas de Oro de Villavicencio; Samán de Oro, en Fuente de Oro, Meta y los festivales intercolegiados del departamento, se fortaleció su talento.
Mientras que en las emisoras y en los festivales Lizeth apreciaba el trabajo de intérpretes como Alfonso Niño, El Alcaraván Sabanero y Ariel Leal, con esas muestras de las raíces del folclor, y también las propuestas más románticas o estilizadas de Alejandro Rondón o Yuraima Vásquez, esta joven interprete iba forjando su propio estilo que ella califica como “neutral” dentro del amplio espectro de la música llanera y criolla.
Luego vino la grabación de dos importantes trabajos discográficos. El primero de ellos: El Llano es un Paraíso, compuesto en su totalidad por su padre Alirio Vega, el segundo el trabajo discográfico Creo, con alguna participación de Lizeth en la creación y composición. Y antes de decidirse por una carrera profesional en el ámbito de la música, Lizeth había ganado ya otros festivales, como el Internacional de Joropo.
Las letras de las canciones de estos trabajos discográficos son muy descriptivas y denotan un profundo amor y arraigo por la tierra y la convicción de la creencia en Dios. En las letras de sus composiciones también se puede encontrar una extensa reseña de la fauna de la región, de las aves, y su papel protagónico en el horizonte llanero.
En La Universidad Pedagógica Nacional en Bogotá Lizeth conoce a muchas personas que le muestran la que creía ‘otra’ música, pero que ya debía conocer, pues la habían cantado sus abuelos: La música andina colombiana.
Los bambucos, pasillos y torbellinos se le fueron metiendo en el corazón. Con el maestro Oscar Santafé, tiplista muy reconocido, comenzó a explorar sus posibilidades vocales en la música andina. Pero antes de lanzarse de lleno al público había que corregir algunos dejes y aspectos del lenguaje vocal, muy influenciados por la música llanera.
Fue un momento en que esta artista comenzó a descubrir y a explorar los duetos de la música andina, y a caer en cuenta de que su más ancestral herencia musical venía justamente de la música andina que sus abuelos habían interpretado.
En este ámbito andino conoce a David Ocampo, el otro ganador del Concurso Nacional de Composición Musical, y a quien este medio entrevistó la semana pasada. David se convierte en su novio, y esta pareja consolidada se fortalece desde 2017 para llevar a cabo una serie de propuestas y participaciones muy exitosas en diferentes festivales. Para ese entonces David ya había acompañado instrumentalmente a muchos artistas, esta experiencia se sumó a las conformaciones grupales de las que ha hecho parte también Lizeth. “Ha sido un largo aprendizaje que va a completar cuatro años, en el que junto a muchos otros artistas he aprendido los manejos de la voz propios de la música andina”, afirma.
Lizeth se graduó de Pedagogía Musical de la Universidad Pedagógica Nacional. Su tesis de grado trató sobre cómo expresar musicalmente, desde la propia experiencia de vida, las posibilidades de enseñanza del canto en las aulas de clase. Una manera de justificar la experiencia de vida, como un ente metodológico para el aprendizaje del canto, afirma Lizeth. Allí entran las historias de aprendizaje del entorno llanero, su padre, sus abuelos, los concursos y la propia universidad. Se descubren los ejes metodológicos y se estudia la manera de poderlos utilizar en el aprendizaje. El descubrimiento fue que los músicos empíricos que iniciaron a Lizeth, si le aportaron muchos y buenos elementos para el aprendizaje musical.
En los últimos años no sólo se ha dedicado a mejorar su expresión vocal para la música andina, también ha incursionado como letrista para sus propias canciones. Resultado de este trabajo fue el ser ganadora en el Festival Antioquia le canta a Colombia. Con una composición propia a ritmo de danza. La maestra Doris Zapata ha sido una gran mentora en este proceso.
La canción Colombia es Tierra de Canto y Poseía, ganadora del reciente Concurso Nacional de Composición Musical hace parte de está génesis creadora de Lizeth. En el pasado mes de junio en la ciudad de Cajicá también resultó ganadora en el Concurso de Duetos y Música Colombiana con una danza titulada Limosnas. De estas dos presentaciones dejamos los enlaces.
Lizeth quiere experimentar con la música andina, poniendo mucha proyección y fuerza a la voz; elementos traídos de la música llanera. En esa misma línea Lizeth considera que sería una muy buena idea poder combinar de manera acertada y creativa estos dos géneros musicales que lleva en la sangre y con los que ya ha demostrado su talento.
Canción Colombia es tierra de canto y poesía, ganadora del concurso Nacional de Composición Musical, Neiva, 2021.
Canción Limosnas, ganadora del concurso de duetos y música colombiana, Cajicá, 2021.
En Colombia ha sido galardona como mejor solista vocal del Gran Premio Mono Núñez en Ginebra, Valle, del año 2019. Primer puesto en la modalidad de voz femenina estilizada en el Torneo Internacional del Joropo, 2018. Primer lugar en la modalidad de solista vocal y Gran Premio Familia Bernal de La Ceja del Festival Antioquia le Canta a Colombia en 2018. El primer lugar modalidad solista vocal con la mejor obra inédita y mejor acompañamiento en el Concurso Nacional del Bambuco en Pereira en el 2019 y ganadora de la convocatoria “Serie Jóvenes Intérpretes del Banco de la República 2020”, entre otros.
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