El pasado tres de diciembre, día panamericano del médico, la Academia Nacional de Medicina de Colombia rindió homenaje a Jorge Villamil Cordovez en su doble papel de médico y músico.
En la ceremonia convocada vía Internet se resaltó la vida de compositor, desde su paso por la facultad de medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, hasta sus numerosos éxitos musicales a nivel nacional e internacional.
Durante el evento se pudo apreciar un interesante relato de la vida de Jorge Villamil narrado en primera persona y acompañado de una serie de imágenes cuidadosamente seleccionadas, lo que le dio un sentido de presencia y actualidad inusitado.
Compañeros y amigos médicos participaron durante la presentación, de más de una hora, en la que también pudieron escucharse fragmentos de sus composiciones.
Médicos y Músicos
Durante el encuentro virtual, organizado y convocado Dr. David Vásquez, se citaron otros casos de médicos que han ejercido también como músicos.
Alexander Borodin fue un químico, doctor y músico ruso del siglo XIX. Su carrera comenzó a través de su profesión de médico, pero luego de casarse con una famosa pianista, su vida como músico comenzó a tener importancia siendo reconocido fuera de su país. Una de sus obras más importantes es la ópera inconclusa, El Príncipe Igor en la las Danzas de los Polovtry es uno de los fragmentos más reconocidos de esta ópera. A pesar de sus logros como músico, en Borodín siempre primó la medicina y sobre todo la química logrando importantes avances como el descubrimiento de la reacción orgánica aldónica.
Fernando Meneses Romero es médico ginecólogo colombiano en ejercicio, y es uno de los compositores más prolíficos en Colombia en los aires del vallenato. Sus creaciones son interpretadas por el Binomio de Oro, agrupación nacional fundada por Rafael Orozco como voz líder, e Israel Romero como acordeonista, y también por solistas como Jorge Oñate, entre otros.
Estas dos profesiones tan dignas como la música y la medicina, asegura Meneses, las desarrolló Jorge Villamil Codovez gracias a quien la asociación, SAYCO, logró una serie de reconocimientos y ayudas a todos los compositores colombianos.
“Villamil es símbolo y semblanza de todos los colombianos ante el mundo”. Afirmó Meneses durante encuentro.
Gonzalo Curiel, mexicano, quizás sea el que más coincidencias tenga con Jorge Villamil. Desde su trabajo por la música popular, hasta el haber abandonado la medicina, para dedicarse de lleno a la Música. Curiel comenzó a estudiar medicina, pero ya a punto de terminar la carrera, la abandona para radicarse en la capital mexicana y desde allí desarrollar su carrera como músico. Recordemos que Villlamil, como medico, cursó estudios de especialización también en la Ciudad de México, ciudad que a su vez le abrió las puertas a un universo musical aún mayor.
El Bolero y música popular fueron la especialidad de Curiel que vivió de 1904 a 1958. Cuando Jorge Villamil llega a México, ya habían pasado 10 años de la muerte de este importante compositor. Entre sus canciones más célebres y reconocidas esta Vereda Tropical que al igual que Espumas, también fue interpretada por las grades Big Band de la época, en el caso de Gonzálo Curiel, por la orquesta de Ray Connif.
Medicina y Música
Ya desde la Edad Media existen referencias en que se menciona a la música como elemento terapéutico para tratar ciertas dolencias emocionales o físicas. Y no hay motivo para pensar que desde que existe la música, no se hubiera utilizado para esos fines.
En el siglo XVII apareció un libro que describía los estados de “melancolía” y proponía entre otros, tratamientos por medio de la música. El inglés Robert Burton hablaba de lo que hoy conocemos como depresión clínica y que él la relacionaba con otros estados como el aburrimiento, la tristeza, la amargura, la soledad, el descontento, la angustia… La música, afirmaba, es un gran remedio contra la desesperación y la melancolía. La música puede hacer feliz a las personas.
Desde entonces han aparecido cientos de estudios y métodos que afirman que la música puede ayudar en casos de trastornos cognitivos o motores.
La musicoterapia utiliza todas las posibilidades para ayudar a la salud de las personas. La música en sus tonos y notas, en sus ritmos, matemática y asuntos puede influir en estado físico, cognitivo, emocional y motor. Todos hemos experimentado que cuando cantamos, bailamos o tocamos un instrumento, solemos sentirnos mejor. ¿Cómo no sentirse animado a bailar con el ritmó de la Zanquirrucía, alborozado con la melodía de inspiración indígena de Tambores de Pacandé, o conmovido con la letra de Garza Morena?
El poder de los himnos, los cantos patrióticos es inmenso en aquellos que están fuera de sus patrias generando una conexión casi mística con las amadas tierras.
Villamil tiene varias canciones que generan esa sensación o que fueron creadas con ese propósito, como Luna Roja, o Adiós al Huila y Al Sur que evocan al Huila desde una posición geográfica lejana y un sentimiento de ausencia.
Quizás la música de Jorge Villamil, no ha sido pensada aún para sanar alguna dolencia, sin embargo más de uno puede asegurar que ha sentido regocijo y alivio al escuchar o cantar sus composiciones.
Por todo ello no puede sorprender demasiado que músicos y médicos estén conectados, pues quien hace música, en la mayoría de los casos, al igual que el médico, busca el bienestar de las personas.
La labor de Villamil como médico también se sigue prolongando a lo largo de la historia con sus canciones alegres y sanadoras.
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