Con incredulidad

Quizás una de las primeras anécdotas de su vida como compositor es la referida al homenaje musical que se le rendiría en 1959 a Luz Marina Zuluaga, quien un año antes había ganado el concurso del reinado de belleza Miss Universo,   

El trío Los Sinsontes: Trujillo, Aldana y Cerquera buscaron a Jorge Villamil para que les cediera tres temas inéditos para ser interpretados durante el homenaje. Jorge accedió temeroso, pues Manizales, la ciudad donde se iba a llevar a cabo el evento, era muy exigente en cuanto a la calidad de la música. 

La presentación de las canciones, El retorno de José David, Adiós al Huila y la Zanquirrucia fue todo un éxito, el público pidió que se repitieran esas canciones que hablaban de la violencia, de la paz, de los partidos políticos y del desarraigo de la tierra, situaciones muy comunes en esta región: “Quiero volver a vivir estas tardes campesinas: con su paz tradicional en el Tolima y el Huila. Oír resonar tiples y guitarras en la llanura, grato repicar cual canción de paz de alegres campanas”. Así dice la canción El retorno de José David, que hace referencia directa al desarraigo a causa de la violencia.El trío regresó a Neiva para contarle al compositor el éxito de sus canciones. En principio él se negó a creerles. Los Sinsontes también le dijeron que le habían dado buenas referencias a Emeterio y Felipe, Los Tolimenses, famoso dueto de la época que grabaría por primera vez sus canciones en 1959. Lo que fue en principio una situación casual, se convirtió en el inicio de su carrera musical.